Las trabas medioambientales y el rechazo social complican aún más el impulso renovable

Las trabas medioambientales y el rechazo social complican aún más el impulso renovable Freepik

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Las trabas medioambientales y el rechazo social complican aún más el impulso renovable

Esta semana, Gobierno vasco paralizaba el proyecto del parque eólico de Blackstone por su impacto en aves

El Gobierno vasco paraliza el parque eólico de Blackstone en Encartaciones por su impacto en aves

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La necesidad energética vasca se ha puesto de manifiesto en las últimas semanas. A pesar de que se están dando pequeños pasos en la instalación de proyectos fotovoltaicos, el territorio lleva sin instalar un parque eólico casi dos décadas. 

Retraso que ha provocado que Euskadi encalle en la producción de energía verde, dejando cifras situadas muy lejos de los objetivos de transición energética: la cuota de energías renovables alcanzó, según datos del propio Gobierno vasco, solo el 17,1%

Una necesidad energética que choca de lleno con las realidades de un territorio en el que la existencia de numerosas especies protegidas en amplias zonas y el rechazo social son habituales.

Y es que, señalan muchas plataformas, la instalación de este tipo de proyectos deja consecuencias directas en el medio ambiente, no solo una vez estén en marcha, también durante su propia construcción. 

Imagen de archivo de parque eólico

Imagen de archivo de parque eólico Freepik

Blackstone, el último ejemplo

El último ejemplo de cómo la protección de la avifauna vasca tumbaba un proyecto eólico se daba esta misma semana, con el rechazo por parte del Gobierno vasco al parque de Blackstone, en Encartaciones. Una instalación de Fisterra Energy, con 8 aerogeneradores entre Sopuerta y Artzentales, que no ha superado el filtro al poner en riesgo a las aves protegidas de la zona. 

En concreto, los aerogeneradores estaban proyectados en zonas muy próximas a puntos críticos en los que habitan aves como el alimoche o el quebrantahuesos, si bien la afección va más allá y alcanzaría también a quirópteros o especies vegetales protegidas.

Un proyecto, ahora rechazado, que fue publicado en el BOPV hace tres años y supuso, tal y como explican desde la plataforma Enkarterrin Makroeolikorik Ez, el inicio de una “oleado de macroproyectos en Encartaciones”. 

Tras este, “por el que se presentaron más de 3.000 alegaciones, ademas de alegaciones de ayuntamientos y de otras plataformas”, la proyección de instalaciones eólicas en esta zona ha sido un goteo, hasta sumar casi una decena en esa zona. 

Desde la plataforma celebran la resolución del proyecto e indican que una instalación de esas características no solo afecta a la avifauna, también a la calidad de vida de las personas que viven cerca, provocando problemas en el sistema nervioso, oído y cabeza. 

Aerogeneradores/EFE

Aerogeneradores/EFE

Goteo de paralizaciones

El rechazo de este parque se suma a otros dos que se han paralizado en lo que va de año en defensa de la avifauna: Itsaraz -previsto en los términos municipales de Aramaio (Álava) y Eskoriatza (Gipuzkoa)- y Laminoria -que ocuparía los municipios alaveses de Arraia-Maeztu, Iruraiz-Gauna y San Millán-. 

Tampoco es la primera vez que el Gobierno vasco echa para atrás un proyecto de la compañía Fisterra Energy, y es que Cantoblanco, corrió la misma suerte y no pudo seguir su curso burocrático al ser rechazada también la declaración ambiental por el Gobierno vasco el año pasado.

Y es que, a pesar de que este iba en cabeza -junto con Labraza y Azazeta- como uno de los primeros parques eólicos que se iban a construir casi 20 años después, fue rechazdo por el Ejecutivo ya que su ubicación en el cordal montañoso alavés "presentaba un elevado interés para la fauna, al constituir área de campeo y alimentación para numerosas parejas de aves rapaces".

“Creemos que la resolución del Gobierno vasco, que inclinó la balanza hacia la protección de fauna como el águila real o el alimoche, va a influir en la resolución de las siguientes”, asegura Edorza Hormijona, de Cantoblanco Bizirik.

Explica que en su caso, este rechazo también se apoyó en un precedente: el rechazo de Lakua al parque eólico de la sierra de Arkamo, en 2021. Ahora miran con preocupación la proyección del parque eólico Mendia 5, también en Ribera Alta; pero también con confianza, señala Edorza, ya que “las razones para tumbarlo deberían ser las mismas que las que tumbaron Cantoblanco ya que son ubicaciones muy próximas y les afectan los mismos parámetros en cuanto a avifauna.

Los pájaros no tienen fronteras”. Bajo todo este contexto y las diferencias en las limitaciones de zonas del borrador del PTS -todavía en redacción del definitivo- y de los informes de las diferentes diputaciones, Euskadi tendrá un gran reto para el despliegue renovable tan necesario.