
Añana / Wikipedia
Adiós a este pueblo vasco: el municipio que está en peligro de extinción y tiene menos de 150 habitantes
La provincia más afectada es la de Álava, donde un 80% de los ciudadanos reside en la capital vasca, Vitoria
Tienes que hacerla sí o sí: la ruta histórica de Euskadi que tiene la fábrica de sal más antigua del mundo
Euskadi tiene varios pueblos en los que la población se ha quedado estancada e incluso ha dejado de crecer. Esto está provocando que algunos pueblos lleguen a desaparecer, como ocurre en el resto de España. La sociedad cada vez busca más comodidad, estando cerca del trabajo y en ciudades o pueblos que ofrezca todos los servicios de primera necesidad.
En general, las zonas rurales de España llevan sufriendo un problema de despoblación durante mucho tiempo, el 85% de la población vive en un 20% del territorio, según recoge Holapueblo. La comunidad vasca también hace frente a esta situación. En Álava, uno de los pueblos que se enfrenta a un descenso de población es Añana, que cuenta con un total de 142 habitantes en 2024, según los últimos datos del INE.
La provincia más afectada es la de Álava, donde un 80% de los ciudadanos reside en la capital vasca, Vitoria. A ella, le sigue Bizkaia y Gipuzkoa, que también le está ocurriendo lo mismo. Este municipio alavés lleva desde 2015 por debajo de los 160 habitantes y este último año la población ha descendido un 9%.
El sostén de este histórico pueblo
Este municipio tiene mucha historia y se mantiene vivo por una de sus joyas que es por lo que es conocido: el valle salado o el valle de Añana. Un impresionante paisaje blanco que alberga la fábrica de sal más antigua del mundo y que es Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Miles de eras, plataformas de madera y piedra, junto con canales de distribución de agua, forman un complejo sistema de terrazas adaptado a la pendiente del valle. Este sistema ha permanecido casi intacto desde la época romana, siendo mejorado por generaciones de salineros que perfeccionaron la extracción y producción del "oro blanco".

Las Salinas de Añana / Guía Repsol
Durante siglos, la sal de Añana fue una de las más apreciadas de Europa. Su pureza y calidad la convirtieron en un bien de comercio esencial para la conservación de alimentos, la ganadería y la industria. En la Edad Media, el control de las salinas era una fuente de riqueza para los señores feudales, lo que llevó al desarrollo de pueblos y rutas comerciales en torno a este recurso.
Más de 7.000 años de historia
Según recoge Turismo Euskadi, “además de este manantial salino, la localidad posee el patrimonio más antiguo y documentado de Álava”. Con más de 7.000 años de historia documentada, este singular enclave no solo es testimonio de la relación ancestral entre el ser humano y la naturaleza, sino también un ejemplo vivo de sostenibilidad, ingeniería y patrimonio cultural.
Entre los monumentos más interesantes del pueblo, podemos visitar el convento de Comendadoras de San Juan de Acre y la iglesia de Santa María de Villacones, que conserva algunos elementos del siglo XIII, aunque el edificio actual es de finales del XV y principios del XVI. Asimismo, llaman la atención la Casa Palaciega de los Ozpinas, que mantiene su carácter medieval, y el Palacio de los Herrán que, situado en la parte más alta de la calle La Carrera, es un ejemplo barroco mandado a construir a finales del siglo XVII.