
Paisaje de montaña. Freepik
No es Gaztelugatxe, la joya natural escondida en el bosque: "Unas vistas privilegiadas"
Ubicado entre las localidades vizcaínas de Orozko y Zeanuri, a este tesoro se puede llegar a través de una hermosa ruta desde el punto de partida de Pagomakurre.
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Euskadi guarda decenas de secretos en sus rocosas montañas, que forman mucho más que paisajes naturales. En sus ocultos rincones se hallan antiguos caminos, símbolos y ermitas olvidadas, porque cada sendero guarda un tesoro único.
Uno de ellos es el Ojo de Atxulo, abertura natural en una roca que adopta forma de ventana y que permite disfrutar de un paisaje asombroso y de unas panorámicas estupendas. La tranquilidad y la naturaleza que lo rodea lo vuelven único.
Otro rincón que no deja a nadie indiferente y oculto en el macizo de Itxina es la cueva de Supelegor, considerada el hogar de las brujas o seres mitológicos. Esta genera una atmósfera llena de misterio gracias a la frondosidad de su entorno y a su oscuro interior.
Ojo de Atxulo, un tesoro escondido
El Ojo de Atxulo es una de las joyas ocultas del territorio vasco. Ubicado entre las localidades vizcaínas de Orozko y Zeanuri y dentro del Parque Natural de Gorbea, a este tesoro se puede llegar a través de una hermosa ruta desde el punto de partida de Pagomakurre.
Tal y como expone la web de rutas para senderistas Wikiloc en su artículo Cueva de Supelegor y Ojo de Atxulo/Atxular desde Pagomakurre, para llegar al Ojo de Atxulo se puede realizar una ruta circular por el macizo de Itxina y desde el parking de Pagomakurre.
"Disfrutaremos de una subida por pista hasta Arrabakoate donde giraremos a la derecha hacia Kargaleku. Llegaremos a un refugio después del cual volveremos a girar a la derecha", apunta. Primero entramos en un tramo "sin sendero definido", por campa verde.

Ojo de Atxulo. Flickr
Después es cuando nos introduciremos en un bosque y, después de descender por este, acabaremos en un sendero lleno de mojones de piedras. Lo seguimos.
Finalmente, alcanzaremos un poste que indica que Supelegor se encuentra a unos 700 metros y Atxular a 100. Llegaremos a la cueva de Supelegor y comenzaremos a descender caminando por un camino de puntos rojos.
"Hay varias bifurcaciones en este tramo, por lo que conviene llevar el track. Finalmente, llegamos a la preciosa cueva de Supelegor. Importante llevar luz frontal si queréis entrar un poco más en la cueva", avisa la web.
Después de la visita a la cueva regresaremos al poste que hemos visto al principio para alcanzar el Ojo de Atxulaur. Por fin podremos disfrutar de una abertura natural en la roca que nos recuerda a una ventana gigante y ofrece una de las mejores panorámicas vascas.
A través de esta majestuosa ventana tallada en la roca podremos observar el valle, las montañas y la naturaleza que la envuelve. Sin duda, uno de los lugares ideales para visitar este verano y que no deja a todo el mundo boquiabierto.
Después de disfrutar de este "precioso arco de piedra·, comenzaremos con el descenso final hasta Pagomakuree a través de una ruta muy marcada.