
Diego Fernández-Elices es el director del área de Inversiones de A&G Global Investors
Fernández-Elices (A&G): "Para un ahorrador conservador como el vasco la renta fija da oportunidades"
El banco A&G gestiona ahorros por valor de 600 millones de euros en su oficina de Euskadi, en Bilbao. Su responsable de Inversiones, el madrileño Diego Fernández-Elices, da algunas claves sobre el ecosistema financiero vasco y las tendencias de los grandes patrimonios
La entidad llegó hace apenas cuatro años a Bilbao, ¿qué patrimonio global manejan ahora desde Euskadi?
Algo más de 600 millones de euros corresponden a clientes de aquí, de las oficinas de Bilbao, la idea es ir creciendo. Aunque en realidad llevamos muchos más años trabajando con clientes vascos desde otras oficinas fuera de Euskadi.
¿Cómo se ve desde fuera el ecosistema financiero vasco?
Le diría que a nivel de cliente tenemos el perfil de empresario de varias generaciones acostumbrado a invertir, es un perfil un poco distinto al del resto de España. Le gusta hablar mucho de compañías, de empresas, de negocios concretos. No olvidemos que detrás de la Bolsa hay empresas, hay negocios, eso el inversor vasco lo ve.
Luego hay un cliente institucional relevante porque el sistema de fondos de pensiones de aquí es de los más evolucionados. Hay inversiones muy técnicas y sofisticadas.
El debate en torno a las EPSV está sobre la mesa. ¿Cree que pueden invertir más a nivel local?
Siempre es positivo ayudar a dar valor a la sociedad pero a la vez creo que no es positivo restringir el universo de inversión. En general, para gestionar un patrimonio hay que salir. Ya nadie quiere el Ibex como índice de referencia. Si puedo encontrar una compañía muy buena con gran proyección en Francia o en Asia es absurdo mantenerse en una española si es una opción peor.
El cliente vasco invierte y habla de empresas, de negocios. Al final detrás de la Bolsa hay empresas y eso el inversor vasco lo ve
A&G divide su campo de inversión en dos grupos: inversiones alternativas y fondos de inversión.
Hacemos las dos cosas. Las inversiones alternativas serían los mercados privados no cotizados, inversiones con viento a favor a muy largo plazo como los activos ligados a la transición energética o al ladrillo. Son un muy buen diversificador en cierto modo por su forma de valoración. No se valoran todos los días en los mercados, sino una vez al año por un auditor en base a números reales.
Luego los fondos de inversión son la parte mas líquida. Pero lo vemos en conjunto, miramos las mejores oportunidades a largo plazo.
¿Hacia dónde mira la inversión en estos momentos?
Depende del perfil de riesgo. La mayoría de ahorradores españoles, también por supuesto en Euskadi, son conservadores. Algunos lo son porque no quieren asumir riesgos pero también por falta de formación. Luego hay grandes empresarios que asumen riesgo en su propio negocio y su patrimonio lo quieren invertir de forma más conservadora.
Hay grandes empresarios que ya arriesgan con su negocio y luego quieren una gestión del patrimonio más conservadora
¿Está en auge la renta fija?
La renta fija suena aburrida, pero tiene grandes oportunidades. Hay un abanico muy amplio, en función del plazo, del tipo de deuda... Una vez pasado el experimento de los tipos negativos, de la represión financiera, la renta fija permite con un riesgo muy acotado una rentabilidad por encima de la inflación, hasta el 3,5%.
Decía que el ahorrador vasco es conservador. ¿También el cliente de banca privada que por lo general cuenta con mayor patrimonio?
Sí, diría que eso va más ligado a la formación financiera que a la cantidad de dinero en el banco. Hay jóvenes muy formados que hacen cosas mucho más sofisticadas que gente más mayor y más rica.
Las criptomonedas son el primer activo de altísimo riesgo en el que han participado antes clientes minoristas que clientes más sofisticados. Eso ahora se está institucionalizando y está ganando terreno en banca privada, poco a poco los grandes patrimonios van entrando en posiciones pequeñas, pero eso empezó con jóvenes que se formaron ahí.

Diego Fernandez-Elices, de A&G Global Investors
¿Recomendaría ese tipo de activos?
A ver, las criptomonedas son un mundo muy volátil, pero no hay posición demasiado arriesgada sino demasiado grande. Hay que tener una estrategia a largo plazo para poder permitirse ese nivel de riesgo. Lo que más daña el patrimonio es apretar el botón rojo en un mal momento.
¿Es atractiva la deuda pública?
Ha que diferenciar Europa y el resto. Hace mucho tiempo que no hablamos de prima de riesgo, pero hay dos países que sí los vemos un mundo aparte porque están llegando aun nivel de experimento complicado. Uno es Japón y otro Estados Unidos. Japón tiene una deuda del 200% del PIB y la mitad la tiene el banco central. Los tipos están subiendo mucho y la deuda que les vence los próximos años van a tener que emitirla a un precio muy alto.
En el caso de Estados Unidos, sí se dice que Trump ve en el coste de la deuda un freno a sus políticas.
La realidad es que solo el bono ha parado los pies al señor Trump. Cada vez que el bono a 30 años de Estados Unidos ha llegado a estar cerca del 5% el señor Trump ha reculado con sus aranceles. Al menos vemos que el tema de la deuda le preocupa.
A Trump el coste de la deuda le preocupa. Solo cuando el bono se ha disparado ha puesto freno a los aranceles
Para terminar, ¿cómo sería una 'cesta tipo' para invertir un patrimonio?
Depende del perfil, pero el porcentaje de renta fija, o de no renta variable, es mayor que la variable. Lo que pasa es que mucha renta fija se ha sustituido por oro, por deuda privada no cotizada, por inversión alternativa... los patrimonios hoy en día son mucho más variados que antes.
En lo que son activos cotizados había una marea de liquidez que todo lo movía y hacía que todo funcionara pero vamos a un escenario en el que en algún momento habrá que retirar liquidez del sistema y eso va a generar distorsiones. Por eso recomendaría una gestión activa, una estrategia a largo plazo con un buen asesoramiento para ir más allá de los índices de referencia.