Lanestosa / Wikipedia
Así es el pueblo más pequeño de Euskadi: un rincón único en la naturaleza, perfecto para una escapada
Fundado en el siglo XIII, y a día de hoy mantiene su trazo medieval prácticamente intacto con sus tradicionales calles empedradas y casas de piedra con balcones de madera
A 15 minutos de Bilbao e ideal para los amantes del desayuno: esta es la cafetería más popular de Euskadi
En Euskadi hay municipios que destacan por el patrimonio histórico, la cultura o tradición. En ocasiones, hay datos que llaman la atención, como por ejemplo la superficie que tiene los pueblos. Esto nos lleva a conocer cuál es el pueblo más pequeño de Euskadi en cuanto a territorio.
Concretamente, se trata de Lanestosa, ubicado en Bizkaia, en el extremo occidental de la provincia, muy cerca de Cantabria, está rodeado de montañas y paisajes naturales espectaculares. Este pequeño pueblo es denominado uno de los pueblos más bonitos.
Lanestosa fue fundado en el siglo XIII, y a día de hoy mantiene su trazo medieval prácticamente intacto con sus tradicionales calles empedradas y casas de piedra con balcones de madera, conservando así la esencia de los pueblos vascos.
Lo que más llama la atención de este lindo pueblo es su tamaño. Tanto es así, que es el pueblo más pequeño de Euskadi en extensión, con apenas 1,30 km² de superficie. A pesar de su reducido tamaño, su riqueza cultural e histórica lo convierten en un destino imprescindible para quienes buscan descubrir la esencia del País Vasco en un entorno único.
Actualmente, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, el municipio con un total de 246 habitantes. La vida transcurre con calma, entre el sonido de la naturaleza y la tranquilidad de las calles vacías, mientras que, en otros, como las capitales provinciales, se siente el bullicio del día a día, con su incesante actividad y el ir y venir de sus habitantes.
Lanestosa / Turismo Euskadi
Qué ver en Lanestosa
Entre sus monumentos más destacados se encuentran la iglesia de San Pedro y el puente medieval, que reflejan su pasado histórico y su importancia en el comercio de la época. Su precioso casco urbano repleto de elementos de la época. Sus casas balconadas, calles estrechas, la plaza porticada y palacios de los siglos XVII y XVIII ofrecen al visitante un espectáculo único.
Además de su patrimonio arquitectónico, Lanestosa es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza y el senderismo. Sus alrededores ofrecen numerosas rutas para explorar montes y valles, como el Parque Natural de los Collados del Asón, donde se pueden admirar impresionantes paisajes kársticos y cascadas. También conserva tradiciones ancestrales, como sus fiestas patronales, en las que se celebran eventos culturales y gastronómicos típicos de la zona.
Según recoge Turismo Euskadi, todos aquellos que visiten Lanestosa en el mes de agosto, tendrán la oportunidad de disfrutar de las distintas festividades del pueblo: las fiestas de nuestra señora de las nieves, que cada 5 de agosto acoge la danza de los arcos floridos, y la fiesta popular de San Roque, que se celebra el día 16 de agosto.
